La depresión puede ser una enfermedad invisible debido a que los síntomas no siempre son evidentes para los demás. A diferencia de enfermedades físicas que pueden manifestarse con síntomas visibles como fiebre o dolores, los síntomas de la depresión suelen ser internos y emocionales, lo que dificulta su detección desde el exterior. Las personas que sufren de depresión pueden estar sonriendo en público pero luchando internamente con una profunda tristeza o desesperanza. A pesar de su invisibilidad, la depresión puede ser igualmente devastadora. Puede afectar todas las áreas de la vida de una persona, incluyendo su salud física, relaciones interpersonales, desempeño laboral y calidad de vida en general. La falta de comprensión y apoyo por parte de los demás puede empeorar aún más el sufrimiento de quienes la padecen, aumentando la sensación de aislamiento y soledad. Por lo tanto, es importante reconocer que la depresión es una enfermedad seria y debilitante, incluso cuando no es visible externamente. La conciencia y la comprensión sobre esta enfermedad son fundamentales para ofrecer el apoyo y tratamiento adecuados a quienes la padecen.